1 de marzo de 2024
Argentina
Hola desde Buenos Aires,
Tenía grandes planes para esta carta pero la realidad no me estaría acompañando, así que muy en línea con lo que te voy a contar más abajo, voy a soltar la expectativa de que esta carta sea ordenada, impecable y bien editada (o “perfecta”) y voy a repetirme el mantra que tanto digo en mis talleres: “Mejor hecho que perfecto”. Estoy en una etapa de mi vida en la que, si quiero hacer cosas creativas, no me queda otra.
Llegamos a Buenos Aires hace doce días y, si bien no caí (tanto) en la vorágine porteña como otras veces, viajar con un bebé me está resultando bastante desafiante. Vinimos con muchas más cosas (cochecito, mantita, juguetito, sacaleche y la mar en coche, y eso que empaqué lo más liviano que pude), tuvimos que adaptarnos a espacios nuevos (mi casa en Ámsterdam es baby friendly para que Ce pueda jugar tranquila, en cambio acá tengo que estar mirándola todo el tiempo porque cada vez se mueve más y no sé qué puede encontrar o dónde puede aparecer), tuvimos que adaptarnos a otro horario (los primeros días estuvimos arriba desde las 5 am, esperando a que la ciudad se despertara), tuvimos que acostumbrarnos al clima (ola de calor) y a la invasión de mosquitos. Por un lado, todo esto me obliga a viajar con más lentitud (lo cual me gusta) y a tener otros ritmos y rutinas (me la paso dando vueltas por las plazas con el cochecito para que Ce duerma la siesta), pero entre eso, el jet-lag y los encuentros con amigas y familia no me queda tiempo ni energía para mucho más. ¿Será posible que un viaje a mi país de origen no sea agotador? (pregunta existencial). ¿Volveremos algún día a criar en comunidad? (pregunta existencial número dos). ¿Tienen respuesta las preguntas existenciales? (pregunta existencial número tres). Hoy estoy particularmente cansada.
Te escribo esta carta en ratitos nocturnos, que es cuando tengo algo de silencio, pero lo malo es que a estas horas ya no me da mucho la cabeza. Así que voy al grano y te cuento la novedad que te adelanté en la carta anterior: salió mi libro nuevo. Se llama Cosas que te golpean en la ventana y es un cuaderno de escritura creativa: tiene 110 ejercicios cortos para completar ahí mismo y 20 herramientas prácticas para que mejores tus textos. Lo publica FERA y es una belleza. Una de las cosas que más me gusta es su materialidad: está impreso en tinta azul, tiene encuadernación japonesa (lomo al descubierto) y doble tapa (una especie de folio o solapa que cubre toda la tapa, y otra tapa por debajo de eso). Las ilustraciones son bien oníricas y tienen mucho que ver con el título. “Cosas que te golpean en la ventana” es una expresión de Cortázar (claro que sí) que se refiere a todas esas obsesiones, historias, personajes, emociones, momentos y preguntas que nos dan vueltas por la cabeza y son nuestra materia prima para escribir. Él dice, en su cuento Tango de vuelta: “… y al otro día ya hay cosas que te golpean en la ventana, escribir es eso, abrirles los postigos y que entren, un cuaderno detrás de otro”. ♡
El libro está dividido en nueve capítulos para que explores tu escritura desde nueve perspectivas distintas: te propongo escribir para vos, escribir para otros, escribir a partir de distracciones, escribir con premisas, escribir con límites, escribir mentiras, escribir diálogos, fabular y hasta hacer tu propio museo de existencia. No necesitás ninguna experiencia, solo ganas de escribir y de perder el control. El objetivo principal de este libro es que practiques tu escritura y que te saques la presión de hacer “textos perfectos” o “textos terminados”. Lo que más me importa es que te diviertas. ¿Por qué? Porque cuando descubrí que podía divertirme (y mucho) explorando mi escritura (después de años pasándola mal cada vez que me sentaba a escribir algo que ya no quería escribir) pensé: esto lo tiene que saber todo el mundo. Basta de escritura sufrida, basta de cuestionarnos tanto las cosas, basta de preguntarnos constantemente “¿esto está bueno?”, si fuera predicadora diría ESCRIBA Y PARE DE SUFRIR.
Ahora que ya lo tengo en mis manos, me doy cuenta de que este es el libro que siempre quise hacer. Cuando saqué mi primer diario interactivo (Mapa subjetivo de viaje), alguien me preguntó si algún día iba a sacar un “mapa subjetivo de escritura” y dije sí, pero cuando estuviera lista para crearlo. Entre ese momento y hoy pasaron siete años, y ahora que miro hacia atrás, siento que este libro surgió de la culminación de muchos procesos. Cosas que te golpean en la ventana existe gracias a que un día me animé a empezar a dictar talleres de escritura y a inventar mis propias consignas. Pero también existe porque un día decidí volver a hacer natación y entendí la importancia de la práctica. Y también existe porque un día me cansé de escribir de viajes y empecé a animarme con la ficción. Y además existe porque pasé por varios tratamientos de fertilidad y busqué refugio en la escritura. Y todo eso se fue entrelazando y confluyendo sin que me diera cuenta y se materializó en este libro.
No sé bien cuándo puse por escrito la primera idea, siento que este fue un proyecto que estuvo en construcción durante años. Empezó como una recopilación de consignas (algunas de mis talleres, otras de los encuentros de escritura cronometrada, otras que se me ocurrían pero no di en ningún taller, otras que me propuse a mí misma), pero derivó en otra cosa. No quería hacer un libro que fuese solamente un compendio de 100 ejercicios random: quería encontrarle una estructura, un sentido, un orden más orgánico. Un por qué. Eso fue lo que más tiempo me llevó: descubrirle el camino interno al libro. Pensé en mi propio recorrido con la escritura y me di cuenta de que había cierta lógica: empecé escribiendo sobre mí y para mí, después escribí textos para otros (cartas, posteos) y mucho mucho tiempo después me animé a la ficción (aunque podríamos decir que todo es ficción, así que me animé a inventar). Entremedio de todo esto volví a nadar con bastante disciplina y eso me ayudó a entender que la escritura también se puede encarar como un deporte, y que verla de esa manera le saca mucha presión a una sesión de escritura (si no le pedimos a una clase de gimnasia que sea perfecta, ¿por qué le pedimos a la escritura que sí lo sea?). Los tratamientos de fertilidad me metieron de lleno en la ficción: la estaba pasando tan mal en la realidad que empecé a escribir cuentos para escapar de eso, y así me di cuenta de que me gusta mucho, muchísimo, inventar historias. Y el otro hilo que fue uniendo todo fueron mis talleres: creo que desde el primer taller que dicté descubrí cuánto me nutría ese intercambio, lo bien que me hacía estar compartiendo y escribiendo en grupo, lo bien que hace escribir en general. Y quise hacer un objeto que representara ese disfrute.
Así que acá está, y estoy muy feliz con este lanzamiento. En el posdata te dejo toda la info práctica para que lo consigas, y antes de despedirme te comparto algunas consignas del libro. Si las hacés, no planees demasiado los textos, lo más efectivo es que leas la consigna y empieces a escribir enseguida con lo primero que se te venga a la cabeza. Siempre hay tiempo para corregir el texto después, pero para eso hay que darle libertad total al primer borrador. Que salga lo que salga, y andá por donde más te divierta. No queremos que el texto sea perfecto, queremos que exista.
Van las consignas:
Consigna #35: Ventana temporal. Mirá por la ventana. Escribí lo que ves, lo que te gustaría ver, lo que creés que se verá por ahí en 50 años o lo que creés que se vio hace 200.
Consigna #49: Las fotos de la abuela. Heredás una caja con objetos que pertenecieron a tu abuela y, entre ellos, encontrás un rollo de fotos. Te genera intriga y lo mandás a revelar. Cuando te entregan el sobre con las fotos, no podés creer lo que ves. Describí una o varias de esas fotos.
Consigna #84: La agencia de viajes realista. Era hora de que existiera. Esta agencia de viajes no te promete idilios ni experiencias inolvidables. Al contrario. Te toca escribir uno de sus folletos: vendenos la versión realista y honesta de un viaje al destino que elijas.
Y tampoco esperes el momento perfecto. Las ganas de escribir vienen escribiendo. Lo compruebo una y otra vez cada vez que me siento a hacerlo.
Un abrazo y hasta la próxima carta,
Aniko
PD: Cosas que te golpean en la ventana está en preventa hasta el 10/3 con descuento y regalito en la web de FERA (Argentina). El libro también se conseguirá en estos puntos de venta en otros países: Amazon.es (España), @somoslolas.pe (Perú), @munn_co (Colombia), @onnea_uruguay (Uruguay), @pinka_mx (México), @enriketacl (Chile), @reconecta.mindfullab (Panamá), @serendipityfeelgood (Guatemala) (consultá directamente con ellos para saber cuándo estará en stock). Yo me llevo algunos ejemplares a Ámsterdam para hacer envíos dentro de Europa a partir de fines de marzo, para reservar el tuyo respondeme a este email (voy a tardar en responder, pero responderé). Si querés leer las primeras páginas del libro, podés hacerlo en este enlace. Gracias como siempre por todo el apoyo, las respuestas y los comentarios. Estoy tratando de estar al día pero me cuesta mucho responder todo, así que porfa teneme paciencia. ¡Hasta el mes que viene!
💜
¡Felicidades por el nuevo libro! Estoy deseando tenerlo. 🇵🇪